Atávico
Si has escuchado la frase “todo pasado fue mejor” pudieras
pensar que todo aquello que representa al pasado es bueno, sin embargo, hay
quienes entienden al pasado más bien como obsoleto. Pues bien, todo aquello que
proviene del pasado como objetos, hechos, valores y juicios, entre otros, no
son ni buenos ni malos, solo son
representativos de un tiempo ya transcurrido, es decir, que son atávicos.
Algunas cosas deben sus orígenes a otras que les precedieron
en el tiempo, y que evolucionaron como ocurre con los neumáticos (llantas,
cauchos) de los vehículos nuevos que tienen su origen en las atávicas
ruedas de madera de las carretas.
Algunos de estos objetos o sucesos que son arcaicos o
características del pasado, aún persisten en nuestro presente, como la
costumbre atávica de santiguarse ante la cruz. Hay otras que solo pertenecen
y representan al pasado, como la recordada inquisición. A su vez, se evocan del
pasado todo tipo de acciones como los enfrentamientos atávicos como el de los
griegos contra los troyanos, o el atávico terror a los fantasmas.
Por tanto, puedes usar el término atávico cuando quieras
referirte a algo que procede de antepasados remotos y que consigue estar
vigente, con modificaciones o no, en el presente.
Ejemplos sobre el uso del término:
"El lejano camino llevaba hasta un atávico cementerio".
"Podemos reunirnos en aquél atávico café de la
esquina".
"Era joven pero parecía tener una conducta atávica".
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