Seguramente serán
muchas las fobias (miedo, repulsión, aborrecimiento, asco, repugnancia, entre
otros) las que nos acompañan en nuestras vidas, fobia a espacios sucios, olores
que nos desagradan, lugares altos, personajes de horror de las películas y a
muchas cosas más. Gran cantidad de estas fobias aún no cuentan con un nombre
exacto que las defina, sin embargo, otras ya han sido nombradas, tal es el caso
de la fobia a los pobres y desvalidos, designada con la palabra aporofobia,
que a finales de 2017 vino a formar parte del diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua.
Si bien, todos hemos
sentido cierto temor a encontrarnos en situación de pobreza debido a los inconvenientes que esto traería
a nuestra calidad de vida, la palabra aporofobia no define el temor a ser pobre,
sino el desprecio que algunas personas pueden llegar a sentir por otras que se
encuentren en esta condición económica. Es decir, no se trata de un
aborrecimiento a personas que podrían ser calificadas de poseer una pobreza
cultural o de otro tipo, no, se trata es de sentir repulsión por las personas con
carencias económicas extremas o que se encuentren en una situación de desvaría
total.
De este modo, se
produce un rechazo y desprecio hacia las persona en situación de pobreza, por
parte de los que no la padecen. Este desprecio puede llegar a manifestarse al
utilizar frases ofensivas que produce aflicción en el que se encuentra en
desventaja económica. Aún peor, la aporofobia puede causar que algunos
individuos lleguen a cometer delitos graves en contra de las personas que se encuentra en
dicha condición.
Por tal razón, hoy en
día existen grupos u organizaciones sociales que crean campañas de
concientización para que se produzca un respeto por las personas en situación
de pobreza, mientras logran superar la misma. A su vez, en todos los sistemas
de gobiernos de diferentes países se promueven políticas dirigidas a mejorar la
calidad de vida de sus ciudadanos.
Por tanto, en un mundo
donde la pobreza parece extenderse cada día más, se hace necesario superar la aporofobia
con el fin de convertirnos en personas promotoras de la solidaridad humana y el
respeto por los otros.
Ejemplo:
“Raúl
cometió un delito de Aporofobia al burlarse de aquel hombre por su condición”.
"Ser pobre no es un delito, no a la Aporofobia"
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