Budismo
Vivir en sociedad constituye todo un problema de adaptación
para los individuos que la componen. Entre otros mecanismos que sirven para la
regulación de esta convivencia, surgen religiones y filosofías de vida
las cuales permiten a las personas organizar sus creencias y actuar en consecuencia,
es decir, les permiten plantear sus convicciones sobre lo que creen es correcto
o no que finalmente se establecerán como guía en su estilo de vida, tal como
ocurre con el budismo.
El budismo puede ser considerado de
diferentes maneras como: una religión, una filosofía de vida, tradición de
pensamiento, método de entrenamiento espiritual, entre otras. Lo cierto es, que
desde que surgiera en la India entre los siglos VI Y IV A.C, ha servido de guía
espiritual a sus seguidores. En la actualidad se estima que más de 350 millones
de individuos se relacionan con el budismo.
A su vez, el budismo ha logrado convivir junto a
otras religiones ya que no entra en conflicto con estas, es decir, existen
personas que siguen al budismo sin aparatarse de su religión. Un ejemplo sería
un católico que sigue esta religión pero con una filosofía de vida budista.
La meditación y la autoconciencia acompañan al individuo
practicante del budismo que busca despertar espiritualmente y llevar una vida
libre de sufrimiento partiendo de las enseñanzas de Buda (Siddhartha Gautama).
Si bien, este hombre es considerado como fundador del budismo, no es visto como
un ser sobrenatural, un profeta o un dios sino como un ser humano en constante
búsqueda de su paz interior.
Para lograr dicha paz, el budista debe cultivar la
sabiduría, la bondad y la compasión, entre otros valores, al seguir los
enfoques y distintos puntos de vista doctrinales compartidos y aceptados por la
comunidad budista. El participante, por tanto, debe comprobar estas
experiencias por sí mismo, para lograr luego interiorizarlas.
El budismo ha permitido la producción
de una enorme cantidad de literatura religiosa y filosófica que promueven la
difusión y la adopción de valores humanistas y universales gracias a su
expansión por el mundo. De este modo, cada día se unen más personas a la
práctica del budismo como parte de su crecimiento espiritual.
Ejemplos sobre el uso de este término:
“Practicar el budismo, me ha permitido
sentirme mejor en compañía de las demás personas”
“El maestro Cho, nos enseña por medio del budismo,
a sobrellevar las cargas”
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