ROMANTICISMO
Ya se acerca el día de los enamorados
por lo que el ambiente comienza a cargarse de un clima de amor, romance y de románticos
por doquier. Por tal razón, en esta ocasión queremos hablarte del origen de la
palabra romántico, y de cómo su significado originario dista mucho de
la idea actual en la que se le llama así a una persona cursi, amorosa, detallista,
dulce y entregada con su pareja.
Pues bien, “romántico” se les
llamaba a las personas que seguían la doctrina del Romanticismo. Este
movimiento cultural se origina en Europa a finales del siglo XVIII e inicios
del XIX, principalmente en Alemania, el cual trajo una renovación de todas las
manifestaciones artísticas: en la literatura, la música, la pintura,
el teatro, entre otros. Incluso, se constituyó en un modo de vida que tocó
todas las esferas del quehacer humano: lo económico, político, social, incluso
lo religioso.
Según Sambrano Urdaneta (1999) este
movimiento nace de la mano con la aparición de la Revolución Industrial y
el capitalismo como modelo económico y, a su vez, con el asentamiento de la
burguesía como sistema político que desplaza a la aristocracia. Estas
transformaciones importantes en el modo de vida produjeron cambios relevantes
en el “ser”, es decir, señala el autor: “Todo desajuste entre individuo y
sociedad genera en la persona una actitud de rebeldía frente a los factores que
le son adversos. Esta rebeldía va acompañada por un individualismo exacerbado
que se cimenta en la exaltación del yo”. (p. 166)
Con respecto a la literatura, el Romanticismo
produjo un rompimiento con las reglas de la escritura neoclásica -que al
parecer eran rígidas- y no daban paso a la individualidad del escritor para
describir sus sentimientos en los textos como motivo central. Autores como
Goethe en el contexto alemán, Edgar Allan Poe en el norteamericano y Jorge
Isaacs en el latinoamericano son parte de la representación del romanticismo en
la literatura universal, por ejemplo.
Si deseas profundizar más sobre el
romanticismo ingresa al siguiente enlace:
Cuando Goethe escribe su novela “Las
cuitas del joven Werther” en 1774, tuvo un impacto tan poderoso en los jóvenes
de la época que, inspirados por el suicidio de Werther ante la imposibilidad de
ser amado, comienzan a suicidarse –como un acto de rebeldía- vistiéndose y
dejando una carta similar imitando al personaje en sus últimos instantes de
vida. Por tanto, el ser “romántico” tenía un toque de
fatalismo, melancolía y tristeza que dista completamente del concepto que en la
actualidad tenemos del mismo.
Son variadas las características de este
movimiento artístico. Aunque el tema del amor es una de sus temáticas, las
mismas van más allá de este simplismo. Entre las más resaltantes se pueden sintetizar
las siguientes:
1.
La
exaltación del yo, es decir, en contraposición con lo racional. Se exaltan los sentimientos
del individuo por encima de la razón.
2.
La
vinculación del sentimiento interior del individuo con las manifestaciones de
la naturaleza.
3.
Actitud
rebelde del individuo contra las normativas y convenciones sociales.
4.
Consolidación
de ideas nacionalistas.
5.
Presencia
en las obras de elementos fantásticos e irracionales, misteriosos y
extraordinarios.
6.
El
amor y la muerte como temáticas.
Considerarse “romántico” fue el reflejo
del ser humano de una época: de un individuo con la necesidad de expresar su espíritu
rebelde a través de las distintas manifestaciones culturales y artísticas. Todo
ese cúmulo de obras descritas nos permite hacernos una idea de cómo pensaba y
sentía el ser humano de ese momento histórico en particular y cómo se convirtió
en un instrumento de expresión eterno e imperecedero. Aún somos románticos por
condición humana.
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REFERENCIAS
Sambrano,
O. (1999). Literatura Hispanoamericana I.
Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana. 2ª edición.
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