Empatía.
El ser humano es un ser social que constantemente interactúa
con otros seres humanos, por esta razón, a lo largo de nuestras vidas estaremos
en contacto con una gran cantidad de personas. Pues bien, resulta que así lo
deseemos o no, en ocasiones, deberemos tratar con personas que no son de
nuestro total agrado, sin embargo, también nos relacionaremos con otras que sí
lo son, es con algunas de estas últimas que lograremos alcanzar un nivel de empatía
en nuestro trato hacia ellas.
Podemos decir que tenemos empatía por una persona
cuando al conocerla sentimos que nos cae bien y que nos produce confianza. Por tanto,
cuando se produce empatía entre dos personas, estas buscan colaborarse mutuamente
ya que se origina entre ellas una preocupación real por el bienestar del orto.
A su vez, cuando logramos empatía con otras
personas se produce en nosotros un deseo de involucrarnos y comprender de
manera objetiva lo que les sucede y entender lo que sienten. De esta manera, al
colocarnos en el lugar de otros logramos identificarnos con sus conflictos, lo
que nos obliga a actuar en consecuencia.
Del mismo modo, también podemos despertar empatía
hacia nosotros, con lo cual logramos que otras personas alcancen a desarrollar
una perspectiva que les permita darnos consejos que nos ayuden a solucionar
aquello que nos aflige.
Sin duda, la satisfacción de ayudar a otros nos resulta una
experiencia agradable. Cuando sientes empatía por otras personas y desarrollas
la capacidad de escucharlas e involucrarte con sus emociones, tiendes a
establecer relaciones saludables con ellas, lo cual te generará alegría y
placer. Por tanto, debes seguir ampliando esta capacidad de conexión con los demás,
es decir, tu empatía.
Ejemplos sobre el uso
de este término:
“Mi empatía por Laura no tiene límites,
la deseo ayudar a diario”
“Siento una gran empatía por todos los integrantes
del grupo, por ello me siento parte integral del mismo”
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