DISGRAFÍA
Del mismo modo como
existe la dislexia, que es un trastorno que no permite realizar una lectura de
forma correcta, existe también la disgrafía que es la incapacidad de
escribir de un modo correcto, esto es, que la persona que lo padece no logra
concretizar la producción de un texto escrito debido, entre otras razones, a dificultades
para coordinar los músculos de la mano lo que le impide escribir de forma
legible y ordenada.
El termino disgrafía
tiene sus orígenes en las palabras provenientes del griego: “Dis”(dificultad) y “Grafía”(escribir).
Este trastorno en la capacidad de escribir puede llevar a la persona a
desarrollar una mala caligrafía ya que sus letras puede resultar con trazos mal
definidos e incluso muy grandes o muy pequeñas. En casos severos, quien la padece,
se puede ver imposibilitado a trasladar sus pensamientos a textos escritos.
Otros problemas
relacionados con la disgrafía es la dificultad para procesar el lenguaje, es decir,
la persona que lo padece no logra plasmar de manera escrita lo que escucha,
esto trae como consecuencia que no puedan escribir a velocidad normal. Los
especialistas clasifican este trastorno en: Disgrafía Léxica (afecta la
ortografía de la persona); Disgrafía Disléxica (omisiones, sustituciones y
otros errores en el lenguaje escrito); Disgrafía Evolutiva (producción de letra
defectuosa) Disgrafía Motriz (alteración del
tamaño de las letras y los espacios entre una palabra y otra).
Si sientes que tú o
alguien a quien conoces este presentando alteraciones en su escritura que te
lleve a pensar que sufre de este trastorno, no te preocupes, pues asistiendo a
un especialista que indique la terapia correctiva apropiada, tú o cualquier
otra persona podrán superar este padecimiento.
Ejemplos sobre el uso del término:
“La disgrafía no le permitía escribir
aquella carta que tanto anhelaba”
“Existen muchas maneras de ayudar a los jóvenes con
disgrafía
a mejorar su condición”
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